En
nuestro país se produjo una persecución religiosa desde 1931 a
1939, que arrojó el mayor número de mártires de todos los
tiempos.
Postuladores de
estas causas de beatificación, asociaciones que promueven
localmente cada una de ellas (como algunas que ya actualmente
existen), y trabajadores incansables cooperan a que el heroico
comportamiento de tantos y tantos confesores de nuestra Fe,
inmolados por Cristo, sean conocidos y puedan recoger datos documentales seguros
con el fin de alcanzar, en su día, el reconocimiento oficial por
parte de Roma de su martirio, con lo cual serán beatificados, y
si Dios quiere, elevados a los altares, y que su recuerdo sirva
de ejemplo a nuestra generación para afrontar la persecución
actual.
A esta
finalidad se orienta nuestra Fundación: pedimos la
colaboración
de aquellos que se identifiquen con nuestros fines.
Es necesario que
no nos limitemos a vituperar aquellos hechos y angustiarnos por
no haber hecho hasta ahora esta tarea sino que pongamos nuestro
esfuerzo y colaboración en esta obra, favoreciendo el proyecto
de la Fundación "Regina Martyrum". Nuestra generación aún puede
ser testimonio fehaciente de aquello que sucedió, pero la
generación que nos seguirá, y que ya no vivió aquellos hechos,
necesitará de nosotros la constancia a base de dejar
instituciones, como esta Fundación, que puedan continuar la
tarea de recoger datos para formar nuevos procesos de
beatificación, debidamente documentados y así promover la
glorificación de nuestros mártires.
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